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La factura de la energía eléctrica se ve incrementada en los meses de verano, cuando el consumo de aire acondicionado se dispara por las altas temperaturas estivales. Un gasto que también afecta al medioambiente. El último Índice de Eficiencia Energética en el Hogar, elaborado por la Fundación Gas Natural Fenosa, estima que el uso del aire acondicionado tiene un potencial de ahorro del 19,5%, lo cual se traduce en 3.600 GWh al año y 650 millones de euros anuales. Este dato refleja que todavía es una asignatura pendiente reducir este consumo en los hogares españoles y que es muy importante fomentar el ahorro energético. A la hora de comprar un equipo de aire acondicionado, es aconsejable tener en cuenta el grado de eficiencia. Las etiquetas energéticas indican la cantidad de energía que consumen los electrodomésticos comparándolos con un equipo modelo e ideal. Es aconsejable comprar aparatos de clase A ya que son los más eficientes, y se recomienda un equipo que incorpore filtros para el tratamiento del aire, además de un deshumidificador, para el control de la humedad del ambiente. También es relevante conocer cómo actúa esta tecnología en el entorno. Aunque es uno de los sistemas más prácticos y comunes para aclimatar el espacio, muchos desconocen su funcionamiento. El aire acondicionado se basa en el comportamiento del fluido refrigerante. Este fluido absorbe el calor de la estancia a refrescar, evaporándose, para después recorrer el circuito de refrigeración hasta la unidad exterior y eliminar el calor absorbido al condensarse tras la comprensión. Pautas para gastar menos Para disminuir el consumo en los meses más calurosos del año, debemos utilizar correctamente el aire acondicionado. Una serie de prácticas permiten minimizar su impacto en la factura eléctrica. Controlar la temperatura. Los expertos recomiendan mantener el aparato en 25ºC. Por cada grado que disminuya la temperatura, el gasto energético aumenta alrededor de un 8%. Por otro lado, tampoco es conveniente establecer una diferencia de más de 12ºC entre la temperatura exterior y la del termostato ya que no es saludable. Lejos de las lámparas. Es preferible no colocar objetos como televisores o lámparas cerca del termostato, pues detecta el calor de estos aparatos y puede hacer que el aire acondicionado funcione más tiempo del necesario, disminuyendo así su rendimiento. En general, no hay que situar objetos en las entradas o salidas del dispositivo. Habitaciones cerradas. Se debe mantener en todo momento las puertas y ventanas cerradas, con el fin de evitar pérdidas energéticas. Es conveniente realizar la ventilación de las estancias a primera hora del día para así aprovechar las temperaturas más frescas. También podemos instalar toldos en las ventanas para obtener un ahorro energético del 30%, indica el índice de la Fundación. El aparato, a la sombra. En cuanto a la ubicación adecuada de la instalación, los dispositivos ubicados en el exterior no tienen que recibir la radiación solar de forma directa, recomienda el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE). Hay que posicionar la unidad en la sombra para que utilice casi el 10% menos de electricidad. Algunos ejemplos podrían ser plantar árboles o arbustos para dar sombra al aire acondicionado, pero sin bloquear el flujo de aire. Y en interior, colocar el aparato del cuarto en el lado norte de la casa. Tiempo de conexión. Es preferible conectar el equipo a la corriente al menos dos horas antes de utilizarlo. También es mejor apagarlos un rato antes de que finalice la jornada laboral o de que se abandone la estancia climatizada. Y, por supuesto, asegurarse de desconectar todos los equipos cuando las habitaciones se quedan vacías. No impacientarse. No ajustar el termostato a una temperatura más fría de lo normal cuando se enciendan los equipos. Esto no hará que la casa se enfríe más rápido y podría causar un enfriamiento excesivo y un gasto innecesario. Una correcta ventilación. La ventilación de los locales es muy importante. Es decir, debe reponerse el oxígeno y evacuar la concentración de los subproductos de la actividad humana, tales como el anhídrido carbónico. LA CLAVE Mantenimiento Es necesario realizar un seguimiento del programa de mantenimiento y limpieza del aire acondicionado. Entre otras cosas, hay que verificar que el funcionamiento de los convectores es el adecuado, asegurándose de que los ventiladores funcionan correctamente para cada velocidad.
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La factura de la energía eléctrica se ve incrementada en los meses de verano, cuando el consumo de aire acondicionado se dispara por las altas temperaturas estivales. Un gasto que también afecta al medioambiente. El último Índice de Eficiencia Energética en el Hogar, elaborado por la Fundación Gas Natural Fenosa, estima que el uso del aire acondicionado tiene un potencial de ahorro del 19,5%, lo cual se traduce en 3.600 GWh al año y 650 millones de euros anuales. Este dato refleja que todavía es una asignatura pendiente reducir este consumo en los hogares españoles y que es muy importante fomentar el ahorro energético. A la hora de comprar un equipo de aire acondicionado, es aconsejable tener en cuenta el grado de eficiencia. Las etiquetas energéticas indican la cantidad de energía que consumen los electrodomésticos comparándolos con un equipo modelo e ideal. Es aconsejable comprar aparatos de clase A ya que son los más eficientes, y se recomienda un equipo que incorpore filtros para el tratamiento del aire, además de un deshumidificador, para el control de la humedad del ambiente. También es relevante conocer cómo actúa esta tecnología en el entorno. Aunque es uno de los sistemas más prácticos y comunes para aclimatar el espacio, muchos desconocen su funcionamiento. El aire acondicionado se basa en el comportamiento del fluido refrigerante. Este fluido absorbe el calor de la estancia a refrescar, evaporándose, para después recorrer el circuito de refrigeración hasta la unidad exterior y eliminar el calor absorbido al condensarse tras la comprensión. Pautas para gastar menos Para disminuir el consumo en los meses más calurosos del año, debemos utilizar correctamente el aire acondicionado. Una serie de prácticas permiten minimizar su impacto en la factura eléctrica. Controlar la temperatura. Los expertos recomiendan mantener el aparato en 25ºC. Por cada grado que disminuya la temperatura, el gasto energético aumenta alrededor de un 8%. Por otro lado, tampoco es conveniente establecer una diferencia de más de 12ºC entre la temperatura exterior y la del termostato ya que no es saludable. Lejos de las lámparas. Es preferible no colocar objetos como televisores o lámparas cerca del termostato, pues detecta el calor de estos aparatos y puede hacer que el aire acondicionado funcione más tiempo del necesario, disminuyendo así su rendimiento. En general, no hay que situar objetos en las entradas o salidas del dispositivo. Habitaciones cerradas. Se debe mantener en todo momento las puertas y ventanas cerradas, con el fin de evitar pérdidas energéticas. Es conveniente realizar la ventilación de las estancias a primera hora del día para así aprovechar las temperaturas más frescas. También podemos instalar toldos en las ventanas para obtener un ahorro energético del 30%, indica el índice de la Fundación. El aparato, a la sombra. En cuanto a la ubicación adecuada de la instalación, los dispositivos ubicados en el exterior no tienen que recibir la radiación solar de forma directa, recomienda el Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE). Hay que posicionar la unidad en la sombra para que utilice casi el 10% menos de electricidad. Algunos ejemplos podrían ser plantar árboles o arbustos para dar sombra al aire acondicionado, pero sin bloquear el flujo de aire. Y en interior, colocar el aparato del cuarto en el lado norte de la casa. Tiempo de conexión. Es preferible conectar el equipo a la corriente al menos dos horas antes de utilizarlo. También es mejor apagarlos un rato antes de que finalice la jornada laboral o de que se abandone la estancia climatizada. Y, por supuesto, asegurarse de desconectar todos los equipos cuando las habitaciones se quedan vacías. No impacientarse. No ajustar el termostato a una temperatura más fría de lo normal cuando se enciendan los equipos. Esto no hará que la casa se enfríe más rápido y podría causar un enfriamiento excesivo y un gasto innecesario. Una correcta ventilación. La ventilación de los locales es muy importante. Es decir, debe reponerse el oxígeno y evacuar la concentración de los subproductos de la actividad humana, tales como el anhídrido carbónico. LA CLAVE Mantenimiento Es necesario realizar un seguimiento del programa de mantenimiento y limpieza del aire acondicionado. Entre otras cosas, hay que verificar que el funcionamiento de los convectores es el adecuado, asegurándose de que los ventiladores funcionan correctamente para cada velocidad.
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